Los cuidadores de hoy son los pacientes del mañana
Casi todos tenemos una conexión especial con el cuidado y mi caso no es la excepción. Noviembre es el Mes Nacional de los Cuidadores Familiares, en el que reconocemos a los más de 40 millones1 de cuidadores en los EE. UU. que proveen atención y apoyo a sus seres queridos. Mi experiencia ha sido un baile bien orquestado, en el que balanceé mi profesión con el cuidado. A lo largo de sus vidas, mis hijos han pasado por problemas médicos que llevaron a la necesidad de cuidado, algo que con el tiempo requirió varios niveles de atención y apoyo intensos. Mi esposo y yo fuimos afortunados de haber tenido el beneficio de poder confiar en el apoyo de nuestras familias, que nos ayudaron a la hora de llenar los espacios y nos dieron una mano extra cuando la necesitábamos, pero sé que esta no es la experiencia de todo el mundo.
Los cuidadores de hoy son los pacientes del mañana
Brindar cuidados tiene su precio. Te afecta física, mental y económicamente. Los estudios demuestran que muchos cuidadores ponen su salud y necesidades en un segundo plano para priorizar el cuidado de un ser querido, ignorando sus propias citas médicas y cuidado personal. Según la AARP, uno de cada cuatro cuidadores primarios ha manifestado que brindar atención ha afectado su salud y el 17 % de los cuidadores la considera aceptable o mala, en comparación con el 10 % de la población general adulta que informó sensaciones similares acerca de su salud.1 ¿Y si pudiésemos desde un primer momento dotar a los cuidadores de las herramientas, recursos y apoyo que no solo los ayudarán a cuidar de sus seres queridos, sino que también garantizarán que ellos mismos se están cuidando, para que los cuidadores de hoy no se conviertan en los pacientes del mañana?
Un ambiente de trabajo flexible y comprensivo puede ayudar a disminuir el impacto financiero
Cuando cuidaba a mis hijos, fui lo suficientemente afortunada de que mis empleadores me permitieran tener un horario flexible de trabajo para acomodar aquellas necesidades y emergencias de último minuto. Sin embargo, muchos cuidadores necesitan reducir estas horas o dejar de trabajar por completo, algo que les cuesta su desarrollo profesional y, en última instancia, su salud financiera. De hecho, el 66 % de los cuidadores informan haber cambiado sus rutinas laborales, desde llegar tarde hasta dejar su trabajo totalmente.1 Los cuidadores pasan un promedio de 25 horas por semana brindando atención no remunerada; un esfuerzo que los expertos calculan sumaría hasta $375 mil millones en servicios por año.1 Este cambio en la productividad a la larga afecta la economía de los EE. UU. en general, con costos por pérdida de productividad debido al absentismo de los cuidadores calculados en $25,2 mil millones por año.2
La carga emocional de cuidar
A menudo, se ignora el aspecto emocional del cuidado. Se pide a los cuidadores que hagan sacrificios todos los días, y muchos se ven obligados a tomar esta posición con poco o nada de capacitación y apoyo. Los cuidadores pueden llegar a encontrarse poniendo sus vidas en pausa o dejando de lado a la familia y los amigos para cumplir con sus deberes. Lógicamente, esto tiene un costo emocional significativo y muchos pueden llegar a sentirse aislados o sin apoyo.
Este aislamiento, junto con las responsabilidades adicionales, puede afectar al cuidador, con más del 70 % que informa síntomas clínicamente significativos de depresión.3
Un cheque que nunca se cobra
A veces son las pequeñas cosas (una mano amiga, un hombro en el cual apoyarse) las que marcan la mayor diferencia para un cuidador. Cuando cuidaba a mis hijos, me ayudaba compartir mi historia. Las personas pueden llegar a ser sorprendentemente solidarias y empáticas, ellos quieren ayudar. Los amigos y la familia suelen decir: “Hazme saber lo que pueda hacer para ayudar”. Sin embargo, el resultado es con frecuencia un cheque que nunca se cobra, en parte porque muchos cuidadores son reacios a aceptar la ayuda. Aunque la decisión de dar a conocer la situación de cuidado es personal, sé por experiencia propia que decir que sí a los ofrecimientos de ayuda marcaron una enorme diferencia en aquellos días. No era solamente una cosa menos por hacer, era apoyo y vínculo.
Una demanda de mayor apoyo
Los cuidadores necesitan saber que no están solos y que la función que cumplen es sumamente importante para los pacientes y para el sistema de atención de salud en general. Desde brindar consuelo en los momentos difíciles hasta llevar y traer de las citas, pasando por la identificación y administración de la atención adecuada, los cuidadores hacen una diferencia significativa. Por todas estas razones, se merecen respaldo y recursos mejores. Los resultados del paciente siempre mejorarán con buen apoyo, pero no dejemos que la necesidad de ayuda de los cuidadores quede por el camino en este proceso.
Este Mes Nacional de los Cuidadores Familiares y todos los meses, lo aliento no solo a que agradezca a un cuidador que conozca los sacrificios que hace para cuidar de un ser querido, sino a que ofrezca una forma específica en la que pueda ayudar. Piense que ellos tal vez estén muy cansados o abrumados para incluso manifestar lo que puedan necesitar. Así que proponga tareas específicas para hacer que ese apoyo sea real, en lugar de hacer que los cuidadores lo pidan. “¿Puedo traerte la cena el martes?” “¿Puedo lavarte la ropa más tarde esta noche?”
Cuando ayudamos a los cuidadores, incluso de la manera más pequeña, ellos pueden cuidar mejor de sus seres queridos.
Sources
[1]. National Alliance for Caregiving y AARP. (2015). Caregiving in the U.S. [en línea]. Disponible en: https://www.aarp.org/ppi/info-2015/caregiving-in-the-united-states-2015.html. Consultado por última vez el: 13 de noviembre de 2019.
[2]. Gallup-Healthways. (2011). Gallup-Healthways Well-Being Survey: Caregiving Costs U.S. Economy $25.2 Billion in Lost Productivity. [en línea]. Disponible en:. https://news.gallup.com/poll/148670/caregiving-costs-economy-billion-lost-productivity.aspx. Consultado por última vez el: 13 de noviembre de 2019.
[3]. Family Caregiver Alliance, 2006 [en línea]. Disponible en:. https://www.caregiver.org/sites/caregiver.org/files/pdfs/v1_consensus.pdf. Consultado por última vez el: 13 de noviembre de 2019.