Necesitamos un “aumento” de conciencia sobre el VRS
El COVID-19 ha sido un elemento constante en nuestras vidas desde el 2020 y ha alterado la manera en que interactuamos con el mundo y con los demás
La pandemia también ha llevado a un aumento general de la conciencia respecto de las enfermedades respiratorias, ya que no solo consideramos nuestra propia salud, sino que también nos preocupamos por el bienestar de aquellos a nuestro alrededor. Al mismo tiempo, sin embargo, el distanciamiento social y otras medidas que tomamos para combatir el COVID-19 causaron una notable ausencia del aumento de casos estacionales de otras infecciones respiratorias, es decir, enfermedades causadas por la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS).1
En un informe de julio de 2021 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, las autoridades advirtieron que podríamos ver brotes de otras infecciones respiratorias a medida que las prácticas de mitigación del COVID-19 se volvieran más laxas, y esa predicción se ha hecho realidad. Un reciente repunte en casos de VRS en los Estados Unidos a principio de 2021 provocó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendaran que haya más pruebas para el VRS, en especial entre los individuos que reciban un resultado negativo para el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.2 Los investigadores también tienen la hipótesis de que podría observarse una epidemia en Europa fuera de la temporada otoño/invierno habitual, que podría ser más grande de lo que se suele esperar.3
No obstante, pese al conocimiento público sobre el COVID-19 y la gripe, el VRS es menos conocido, particularmente en adultos, aunque es el causante principal de la bronquitis y la neumonía4 y puede ser particularmente peligroso.
El diagnóstico es crucial para salvar vidas
El VRS es un virus ARN que se contagia principalmente por gotículas respiratorias, como cuando una persona tose o estornuda, así como también por contacto directo con superficies contaminadas.3 Los tres síntomas habituales suelen ser la fiebre, la congestión y la tos. El virus comienza como una infección en el tracto respiratorio superior, como un resfriado común, con síntomas similares a este.
Sin embargo, el VRS progresa hasta los pulmones, conocidos como el tracto respiratorio inferior, donde se convierte en una afección más grave, que puede causar fiebre, tos grave, sibilancias, respiración agitada o dificultad para respirar y un color azulado de la piel, llamado cianosis, debido a la falta de oxígeno.4 Es particularmente problemático para niños pequeños, adultos mayores, personas inmunocomprometidas y adultos con enfermedades de los pulmones o del corazón.5
El VRS, la COVID-19 y las infecciones de gripe se confunden fácilmente cuando solamente se consideran los síntomas. Por lo tanto, es crucial que los médicos sean conscientes del aumento de contagios del VRS ahora, en los momentos del año en los que no se lo suele ver. El CDC ha alentado a los médicos a incorporar más pruebas para el VRS al atender pacientes con enfermedad respiratoria aguda que reciben resultados negativos para el SARS-CoV-2.1 Aunque no haya vacunas ni tratamientos disponibles para el VRS, es crucial recordar que podemos evitar contagiar el VRS a otras personas más vulnerables al respetar las mismas medidas de mitigación que se utilizan para evitar el contagio del COVID-19.
Impacto en millones de vidas
El VRS sigue siendo un problema importante de salud pública global y un causante de enfermedad respiratoria grave en todos los grupos etarios. En un año típico, entre un tres y un siete por ciento de los adultos mayores (de 60 en adelante) y entre un cuatro y un 10 por ciento de los adultos de alto riesgo (de 18 en adelante) tienen VRS. Debido a que las complicaciones pueden causar neumonía o el empeoramiento de afecciones subyacentes como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la insuficiencia cardíaca congestiva, hasta el 50 por ciento de los adultos de alto riesgo con una infección del VRS sintomática deben visitar a un médico.6
Además, se estima que 33 millones de niños menores de cinco años en el mundo se enferman de VRS en un año típico. Aproximadamente, un 70 por ciento de todas las internaciones de niños por bronquiolitis aguda, así como también hasta un 30 por ciento de los casos de neumonía extrahospitalaria que requieren internación, son debido al VRS.7,8,9 Asimismo, hasta el 60 por ciento de los niños con infecciones de VRS requieren asistencia médica, y hasta un 10 por ciento de los niños son ingresados al hospital.10,11
Nuestro compromiso con liderar soluciones
En Janssen, tenemos un profundo legado con respecto a cuidar de aquellos afectados por infecciones respiratorias. Combinamos nuestra pasión por la ciencia innovadora con el objetivo de atenuar el grave impacto del VRS, el COVID-19 y la gripe. Como parte de esta iniciativa, estamos desarrollando nuestra comprensión sobre la transmisión y la patogénesis del VRS para impulsar soluciones que protejan y traten a los más vulnerables.
Nuestra línea de producción busca presentar opciones de potenciales vacunas y tratamientos contra el VRS para aquellos más necesitados.
Proteger a los más vulnerables
Mientras planeamos a futuro los tratamientos innovadores y enfoques de prevención que se necesitan con tanta urgencia, es de vital importancia que en la actualidad se genere conciencia acerca del peligro del problema del VRS y se aumente su diagnóstico.
Es importante que los adultos mayores, los adultos de alto riesgo y especialmente los cuidadores de niños pequeños se familiaricen con los signos y síntomas de una infección de VRS y que busquen atención médica para cualquier síntoma grave.
Para los profesionales médicos, es particularmente relevante desde este año en adelante que se hagan pruebas para el VRS junto con la gripe y el COVID-19 para garantizar un diagnóstico preciso y diferencial, así como también para determinar el tratamiento apropiado.
Y para la comunidad científica, sigue siendo fundamental que continuemos con nuestro trabajo en el desarrollo de tratamientos y vacunas contra el VRS que puedan salvar la vida. Solo podremos mejorar los resultados de las infecciones respiratorias para los más vulnerables si lo hacemos juntos. Juntos, podemos ayudar a mejorar la salud de la población mundial.
1 de octubre de 2021
1 CDC. Changes in Influenza and Other Respiratory Virus Activity During the COVID-19 Pandemic — United States, 2020–2021. https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/70/wr/mm7029a1.htm?s_cid=mm7029a1_w. Consultado por última vez en: septiembre de 2021.
2 CDC. Increased Interseasonal RSV Activity in Parts of the Southern United States. Available at: https://emergency.cdc.gov/han/2021/han00443.asp. Consultado por última vez en: septiembre de 2021.
3 Van Summeran, J., et all. Low levels of respiratory syncytial virus activity in Europe during the 2020/21 season: what can we expect in the coming summer and autumn/winter?. Eurosurveillance.2021; 26(29): 2100639.
4 National Institute of Allergy and Infectious Diseases. Respiratory syncytial virus (RSV). Available at: https://www.niaid.nih.gov/diseases-conditions/respiratory-syncytial-viru.... Consultado por última vez en: septiembre de 2021.
5 Centers for Disease Control and Prevention. Respiratory Syncytial Virus Infection (RSV). Available at: https://www.cdc.gov/rsv/index.html. Consultado por última vez en: septiembre de 2021.
6 Falsey AR, Hennessey PA, Formica MA, et al. Respiratory syncytial virus infection in elderly and high-risk adults. N Engl J Med. 2005;352(17):1749-1759.
7 Shi T, McAllister DA, O’Brien KL, et al. Global, regional, and national disease burden estimates of acute lower respiratory infections due to respiratory syncytial virus in young children in 2015: a systematic review and modelling study. Lancet. 2017;390(10098):946-958.
8 Coultas JA, Smyth R, Openshaw PJ. Respiratory syncytial virus (RSV): a scourge from infancy to old age. Thorax. 2019;74:986-993.
9 Jain S, Williams DJ, Arnold SR, et al. Community-Acquired Pneumonia Requiring Hospitalization among U.S. Children. N Engl J Med. 2015;372:835-845.
10 RESCEU Birth Cohort Study. Data on file.
11 Hall CB, Weinberg GA, Iwane MK, et al. The Burden of Respiratory Syncytial Virus Infection in Young Children. N Engl J Med. 2009;360:588-598.